La mariquita de siete puntos, también conocida como Vaquita de San Antonio, (Coccinella septempunctata) es una especie invertebrado insecto coleóptero cucujoideo de la familia Coccinellidae y el género Coccinella. Es la mariquita más común en Europa.
Fue descrita por primera vez por el naturalista y botánico sueco Carlos Linneo, en el año 1758.
Etimología[]
Su nombre vulgar viene por los siete puntos que posee, y también el científico, del latín septem, "siete", y punctata, "punteada".
Descripción[]
Los adultos tienen una longitud que va de 5,2 a 8 milímetros de largo. Sus alas de la cubierta son de color rojo. Las que viven en el sur de Asia son de color más oscuro que el resto de los vivos, incluso casi negro. Estas diferencias son adaptaciones a diferentes temperaturas y condiciones de humedad.
Sus élitros son de color rojo con tres puntos negros en cada uno, y uno más sobre el lugar donde ambos se juntan, lo que hace un total de siete puntos.
Alimentación[]
Es un depredador que se alimenta principalmente de áfidos (Aphidoidea), así como de adultos y larvas.
Larva de Mariquita de Siete Puntos
Reproducción[]
Las hembras depositan las puestas bajo las hojas o en las grietas de los troncos. Cada puesta consta de alrededor de 400 huevos, y tienen dos generaciones anuales.
Las larvas suelen ser de color gris con rallas amarillas anaranjadas ademas de estar recubiertas de pequeñas púas negras.
Hibernación[]
Para pasar el invierno, se agrupan en centenares en algún lugar bien resguardado y caliente como hojas muertas.
Hábitat y distribución[]
Es originaria de Europa y Asia, pero también se encuentra en el Oriente Medio y Norte América.
Las mariquitas de siete puntos viven prácticamente en cualquier lugar en el que haya pulgones, de los que se alimenta. Tanto los ejemplares adultos como las larvas son voraces depredadores de pulgones, razón por la cual ha sido introducida en Norteamérica para combatir las plagas de esos parásitos de las plantas.
Medios de defensa[]
En caso de peligro, se hacen el muerto, como otros muchos escarabajos, y como último recurso, expelen un líquido amarillento que repele a las hormigas, aunque no a las aves.
