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El leopardo del Sinaí (Panthera pardus jarvisi) es una subespecie de leopardo (Panthera pardus) que se encuentra en la Península de Sinaí y las montañas de Eliat, en Israel.

Se encuentra en un gravísimo peligro de extinción a tal punto que se cree que podría estar extinto en estado salvaje.

Debido a los pocos avistamientos de estos animales, se desconoce en gran parte muchos datos.

Fue descrita por primera vez en el año 1932, por Pocock.

Taxonomía[]

Existen ciertas controversias, debido al gran parentezco genético que guarda con el leopardo de Persia (Panthera pardus saxicolor) y todo apunta a que debería estar catalogada en esa subespecie, en vez de una subespecie aparte.

Uno de los más grandes problemas que se han dado, es el tamaño del animal, que es menor que el leopardo africano (Panthera pardus pardus).

Descripción[]

Es un animal robusto. Puede llegar a pesar de 82 a 200 libras.

La coloración de su piel es de amarillenta a leonada, con unas rocetas bordeadas, siendo en el centro más claras que los bordes, pero más oscuras que el resto del cuerpo. En la parte inferior de su cuerpo y cerca de la punta de la cola, son blancuzcos.

Alimentación[]

Se alimenta de pequeñas aves que se encuentren a su alcance, ratones, damanes, cabras salvajes y algún ganado que encuentre.

Al igual que otros leopardos, suben sus presas a los árboles.

Reproducción[]

Alcanzan la madurez sexual a los 2 años, posiblemente a los 3. Después del apareamiento, el macho va a dejar a la hembra para tener y criar al cachorro por sí misma.

La gestación es de unos 3 meses y está dará a luz a unos 3 cachorros, quienes serán ciegos hasta que cumplan aproximadamente los 10 días. El deteste ocurre luego de las 6 semanas y comenzarán a alimentarse de alimento solido.

A la edad de 3 meses, comienzan a seguir a su madre a donde ella vaya y a aprender técnicas para sobrevivir. Al año o año y medio, ya están listos para alejarse.

Pueden vivir hasta 20 años, pero el índice de mortalidad de los cachorros que no llegan a la adultez es de un 45%.

Comportamiento[]

Como todos los leopardos, los machos son territoriales. Estos marcaran sus territorios con orina.

En un territorio de un macho pueden haber varias hembras. De esa forma, cuando una hembra tiene crías y estas están listas para separarse de su madre, las jovenes hembras se mantienen cerca del territorio, mientras que los machos, tienen que marcharse y formar un nuevo territorio.

Estado de conservación[]

El leopardo del Sinaí está clasificado en la lista roja de la UICN en la categoría de Peligro Crítico.

Leopardo del sinai

Las poblaciones de beduinos cazaron tradicionalmente esta subespecie, llevándola prácticamente hasta la extinción. En la actualidad su estado salvaje es considerado como crítico; posiblemente pudiera encontrarse ya extinguido.

En mayo de 2007, un israelí que vive en el desierto de Negev atrapó a un leopardo en su dormitorio mientras daba de comer a su gato. Esto es una prueba de que el leopardo Sinaí aún no se ha extinto en la naturaleza.

Su caza es prohibida en los países: Argelia, Armenia, Egipto, Georgia, Irán, Israel, Jordania, Marruecos, Pakistán, Rusia, Arabia Saudita, Turkmenistán y Uzbekistán.

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