El guanaco, una de las dos especies de camélidos salvajes existentes en América del Sur, es el ancestro silvestre que ha dado origen a las dos formas domésticas, la llama y la alpaca.
Es el más adaptable de todos sus congéneres, ya que vive desde el nivel del mar hasta los 4.000 m de altitud y ocupa también muchos tipos de ambientes: prados semidesérticos, sabanas, terrenos poco forestados con arbustos y, ocasionalmente, incluso bosques.
Descripción[]
Este ágil camélido, de pelaje más largo que la vicuña pero más corto que la llama y la alpaca, es de color marrón rojizo con las partes inferiores blancas y la cara más oscura.
Hábitat[]
Es el más adaptable de todos sus congéneres, ya que vive desde el nivel del mar hasta los 5.000 m de altitud y ocupa prados semidesérticos, sabanas, terrenos con arbustos y, ocasionalmente, bosques.
Alimentación[]
De alimentación herbívora, come todo tipo de hierbas, tubérculos, musgos, semillas y frutas tiernas. Los guanacos son conocidos por su capacidad de escupir saliva o bolas de comida que están mordiendo a una gran distancia.
Reproducción[]
Su época de celo se da entre los meses de noviembre y febrero. En esta época, los machos se vuelven muy agresivos y se pelean entre ellos por las hembras. Después de una gestación de 345-360 días, nace una sola cría, raramente dos, que ya puede seguir a su madre tras 15-20 minutos de haber nacido.
Conducta[]
Animal social de costumbres territoriales, las manadas de hembras y crías son dirigidas por un macho adulto. Los otros machos forman grupos a parte y, cuando llega el periodo reproductor, luchan con los dominantes para ocupar la posición privilegiada entre las hembras. Cuando se siente en peligro, puede correr a más de 60 km/h, una característica importante para la supervivencia en un hábitat abierto en el que no hay posibilidades de esconderse. Su predador natural más importante es el puma.
Estatus y programas de conservación[]
La competencia con los animales domésticos por la comida, así como su caza excesiva para obtener su lana y su piel, han provocado que el número de guanacos haya disminuido considerablemente durante los últimos años en muchas zonas. Mientras que en Argentina y Chile las poblaciones se están recuperando, en Perú, Paraguay y Bolivia es una especie gravemente amenazada en la actualidad.