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El diamante mandarín o pinzón cebra (Taeniopygia guttata) es un ave paseriforme originaria de Australia, característico por su plumaje de suave color crema y pico y patas de fuerte color rojizo.

Hay dos subespecies de diamante mandarín: Taeniopygia Guttata Guttata, de tamaño más pequeño, que habita desde Indonesia hasta las costas australianas; y Taeniopygia Gutatta Castanotis, que se encuentra en Australia continental y es de tamaño más grande.

El diamante mandarín se ha introducido también en los Estados Unidos y Portugal. En su hábitat natural, estas aves se reproducen después de las lluvias, lo que puede ocurrir en cualquier época del año. En cautividad pueden reproducirse durante todo el año. Son gregarios y muy adaptables.

Características

Miden entre 10 y 12 cm, aunque existe una clase de mayor tamaño que es la que se muestra en los concursos.

Se caracterizan por ser muy pacíficos con otras aves y por ser unos buenos y prolíficos criadores.

Despiertan muchas simpatías y son muy comunes como mascota.

Diferencia de sexos

Hembra y macho

En los Diamantes mandarines ancestrales es muy fácil distinguir los sexos, ya que el macho tiene las mejillas anaranjadas, mientras que las hembras no las tienen coloreadas.

En las mutaciones es algo más difícil, ya que, por ejemplo, hay mandarines totalmente blancos en los que no es posible ver la coloración de la mejilla.

Plumas

Los mandarines y muchos pájaros en general, tienen dos tipos de pluma (en los canarios habría tres) clasificados según su estructura, que se denominan intensa y nevada. Supongo que a los canarieros les sonarán mucho estos

Diamante mandarin

Macho Diamante mandarín

términos, pero la gente que se dedica al exótico, no está tan acostumbrados a conocer y diferenciar estos tipos de pluma. Aunque en el canario es muy fácil de distinguir, en los mandarines la cosa es más complicada, sobretodo por la inexistencia del lipocromo, lo que hace que la diferencia radique en la propia estructura de la pluma.

La principal diferencia visual, es que en apariencia. los ejemplares intensos tienen la pluma como pegada al cuerpo, y los intensos parecen más "despeluchados", con una pluma más abombada y rizada. Vamos a ver ahora más tranquilamente las diferencias entre ellas.

Pluma Intensa

Los ejemplares poseedores de este tipo de pluma, tiene las barbas y bárbulas mas rectas y cortas, permitiendo así la exposición de la luz a una menor cantidad de células córneas, que ocasiona un reflejo refractario al ser atravesadas por el rayo lumínico, y debido a la estructura corta de la pluma, el color parece más intenso, en parte también porque las plumas están más pegadas entre sí al ser más cortas. Así pues, las plumas son más cortas y también más débiles y quebradizas que en los nevados, debido más que nada a su rigidez. Además, el tamaño aparente del pájaro no cambia cuando lo cogemos con la mano, es decir, si el pájaro nos parece grande, cuando lo cogemos, sigue siendo grande.

Pluma Nevada

La pluma nevada tiene una estructura más ancha y larga, teniendo pues el pájaro una apariencia mayor de lo que realmente es. Para entenderlo mejor, siempre lo comparo cuando una persona lleva puesto un plumífero, con el

Diamante mandarin2

Plumaje nevado de un diamante Mandarín

cual parecemos enormes (nevados), y en cambio si nos ponemos una chaqueta de licra, parecemos más pequeños (realmente como somos, intensos). La propia estructura de la pluma, hace que el pájaro sea más agradable a la vista, pareciendo que tiene una uniformidad mayor, es decir, le da una apariencia de más redondez, aunque todo depende del grado de nevadura que tenga. Quizás una palabra que defina este tipo de pájaro es apariencia "pomposa", incluso nos da la sensación de quererlo "estrujar" un poquito.

Muchas mutaciones tienen más tendencia a inclinarse por un tipo de pluma o por otro; por ejemplo, los masqués ingleses siempre han sido ejemplos de pluma nevada, al igual que muchos dorsos claro e isabela; en cambio pájaros como los pingüinos, masqués continentales, clásicos, etc. tienen tendencia a tener la pluma más intensa. Es importante conocer estos términos, y saber lo que es el pájaro que tenemos, sobretodo a la hora de criar, ya que si juntamos muchas veces nevado x nevado, pueden incluso aparecer quistes en las plumas (al igual que pasa con los canarios). De ahí, que ejemplares dorsos claro, masqué o isabela intensos sean muy buscados por los criadores para mezclar con los pájaros que tienen nevados.

Otro problema que nos encontramos es la excesiva nevadura de un pájaro, que hace que además de parecer muy voluminoso, y de "notarse" que es muy nevado, pierda color debido precisamente a la nevadura que tiene. Normalmente el pájaro ideal para concurso, sería un pájaro intermedio, con una buena relación color - nevadura. El manejo de estos conceptos de pluma, hace muchas veces la diferencia entre un criador y un buen criador de pájaros de calidad.

Melaninas

Prácticamente todos los pájaros tienes colores en sus plumas. Las responsables de una parte de ese colorido son las melaninas, y en concreto, hablando ya de mandarines, los colores que posee este pájaro constan básicamente de negro, beige, naranja, castaño y cuando no tenemos ninguno de estos colores (ausencia), el

Diamante mandarin1

Diamante mandarín de color claro

blanco. Todos se combinan en cantidad y dilución para producir todos los otros colores que que encontramos en los diamantes mandarines: el color ante (amarillo parecido al crema) y el gris. Los otros colores no son posibles sin la hibridación, y por tanto, nunca un diamante mandarín podrá tener plumas rojas, verdes o azules.

Tenemos también partes del pájaro que que no están cubiertas por plumas (pico, patas, etc.), y dichas partes pueden ser de color rojo o amarillo. Cuando son jóvenes, el pico y también las patas pueden ser de color negro, aunque poco a poco lo van perdiendo frente a los otros dos colores. Recordamos también que estos colores varían mucho en su intensidad dependiendo del ejemplar y de la mutación que lleven asociada. A estos pigmentos, los conocemos como carotenos.

Explicamos ahora lo que son en sí las melaninas; como ya hemos dicho, son las responsables de los colores en las plumas, pero realmente son pigmentos oscuros diferenciándose por su color, siendo en los mandarines denominadas según esta diferenciación, eumelanina negra (color gris y negro) y marrón (color marrón), Y feomelanina que es de color marrón claro, casi rojizo.

Canto

Una de las particularidades de este magnífica ave es sin duda, su canto.

Diamante mandarin macho hembra

Diamantes mandarines

Matizando un poco, podemos diferenciar varios sonidos; el clásico es el "ueee", que más que nada es una manera de decir "estoy aquí". Eso lo hacen tanto los machos como las hembras, y hay bastantes estudios al respecto.

Hablando de los machos, tienen otro canto más largo, que es muy variable dentro de la especie. Hay de todo tipo, desde parecido a un canario, sonidos bajos, altos, etc. Cada ave tiene un canto distinto, aunque diamantes de la misma línea sanguínea exhibirán cantos parecidos.

El diamante mandarín macho comenzará a cantar en la pubertad. Su canto partirá como algunos sonidos sueltos, pero a medida que crecen se va perfeccionando. Durante ese proceso irá aprendiendo sonidos de su entorno, muchas veces usando el canto de su padre o de otros machos como inspiración.

Alimentación

Las gramíneas constituyen la base de la dieta del diamante mandarín. Sus semillas son recogidas en el suelo o bien picoteadas en vuelo directamente de la planta, no sabiéndose de caso alguno en que se hayan aferrado a ellas como es habitual en muchas otras especies. Consumen las semillas tanto de plantas nativas como introducidas y también ingieren un reducido número de insectos diversos, incluidas las termitas.Pueden comer trozos de zanahoria y un cacho de manzana y también una lechuga y su propia comida. Deben que tomar agua todos los días porque si falta solo un día se mueren con falta de Agua,ellos son como todos los Pájaros en el que comen sano todos los días y sin faltar uno.

Muda

Los ejemplares jóvenes de diamante mandarín comienzan su muda al llegar a la edad de 8-9 semanas y finaliza después de que haya transcurrido un periodo de 4-7 semanas, lo cual supone que se hallan en condiciones de cría en el ámbito silvestre tras cumplir los tres meses aproximadamente. Debe admitirse que es un proceso extremadamente rápido y no se recuerda a ninguna especie que llegue a la madurez con esta celeridad.

Sociabilidad

En el ámbito silvestre el diamante mandarín es extremadamente sociable y de ello tienen clara percepción los que

Diamantes mandarines

Diamantes mandarines

integran una comunidad. Se visitan mutuamente en sus nidos sin que surja ningún problema pero no toleran la presencia de otros ejemplares de su misma especie si provienen de otra comunidad. Muestran gran valentía en la defensa de sus nidos contra los miembros de otras especies, incluso aquellos que cabe que sean de tamaño algo mayor que ellos. Son muy cautos y no permiten que las personas se les acerquen a distancias muy cortas como en el caso de otros pájaros. Se han adaptado, sin embargo, a la vida urbana y es posible encontrarlos en torno a muchos asentamientos humanos, donde se aprovechan en forma plena de los cultivos agrícolas y de la disponibilidad de agua.

Reproducción

Nido

Las lluvias darán lugar a que hagan su aparición las plantas gramíneas con las que se alimenta el diamante

Macho buscando ramitas

Macho buscando ramitas para el nido

mandarín, y también muchos insectos, por cuyo motivo no pierde tiempo y procede a construir su nido. El macho sugiere, por regla general, algunos puntos idóneos a la hembra tal fin y ésta, tras cierta deliberación, acepta uno de ellos. Se ha podido observar que en aquellos lugares en que la disponibilidad de agua es más segura a lo largo de todo el año, es la hembra en solitario la que construye el nido mientras que el macho lleva a cabo la labor de transportar los materiales.

Sin embargo, tratándose de la parte interna, ambos contribuyen a su acabado, lo cual indudablemente se debe a la necesidad de imprimir cierta celeridad al ciclo de cría. Los puntos elegidos para instalar el nido varían considerablemente y lo mismo ocurre con la calidad del mismo. Ante todo, el mayor grado de preferencia se inclina por los arbustos espesos pero conviene señalar que el diamante mandarín lo instalará en cualquier lugar que estime apropiado, incluido el suelo entre la hierba. También puede ocurrir que se decida por antiguos nidos de otros pájaros, huecos existentes en los árboles, termiteros, postes e inclusos grandes nidos constituidos por ramaje y previamente ocupados por aves de presa. La parte externa del nido se halla formada por ramitas o raíces que derivan hacia otras de tipo más suave y de menor dimensión a medida que se van acercando al punto en que tendrá lugar la cría de los polluelos, el cual se halla recubierto de plumas, briznas de hierba, pelos de conejo y cualquier otro material que la pareja haya podido conseguir. El nido puede estar rematado por una cúpula pero también puede que carezca de cubierta y ciertamente podemos decir que no responde a la bella estructura que caracteriza el de las especies de auténticos tejedores.

Huevos

El número de huevos de una puesta será de 3 a 7 por término medio. Son de color blanco puro y su tamaño es asimismo variable, incluso dentro de una misma puesta, pero alrededor de 15mm es la medida que cabe considerar como promedio. Los huevos son blancos y pequeños y deben a estar a una temperatura adecuada.

Incubación
Macho y hembra incubando

Macho y hembra incubando

Los huevos son incubados por ambos pájaros, que cubren de forma sucesiva y alternada turnos de aproximadamente una hora y media. Cada uno de ellos abandona el nido al oír el canto de llamada de su pareja cuando ésta se aproxima y de este modo el relevo no tiene lugar en el interior. Durante la noche, en cambio, ambos pájaros permanecen dentro. La incubación generalmente se inicia una vez que ha sido puesto el cuarto huevo (debe señalarse que la puesta se realiza a razón de un huevo cada día) y dura entre 12 y 15 días, lo cual depende de la temperatura reinante.

Emancipación

Los jóvenes polluelos crecen con mucha rapidez y, según sea el grado de atención prestado por los padres por lo

Crias

Polluelos saliendo del cascarón.

que a alimentación respecta, generalmente se hallan en condiciones de abandonar el nido al alcanzar las tres semanas de edad. Regresan sin embargo de forma continuada para pasar la noche junto a sus padres los cuales siguen dándoles de comer, con carácter reducido, hasta que tienen diez días más, en cuyo momento ya son plenamente independientes.

En dicho instante pueden abandonar el nido para buscar su propio lugar en el que poder pasar la noche o también cabe que utilicen el nido de sus padres si la hembra decide que querría uno nuevo para su próxima puesta.

Cuidados cuando son mascotas

En primer lugar estudiemos su comportamiento para comprobar si saltan de una percha a otra voluntariamente y no debido a que nuestra presencia les ha asustado. Sus ojos se mantendrán abiertos y límpidos, y su pico mostrará un perfil perfectamente alineado. Tampoco deberá observarse indicio alguno de lagrimeo o presencia de

Dimantes mandarines en jaula

Diamantes mandarines en una jaula

mucosidades en los orificios nasales. Las patas mostrarán un aspecto limpio y sin inflamaciones, sin que se aprecie la ausencia de algún dedo ni tampoco deformaciones de ningún tipo. Las plumas deberán tener aspecto compacto y estar pegadas al cuerpo. Si alguna de ellas aparece rota, este hecho no supone ningún problema ya que se verá sustituida cuando tenga la próxima muda. En cambio si hay ausencia de ellas hasta constituir un calvero, esto ya es otra cuestión y el ejemplar así afectado deberá evitarse. Cuando duermen, los pájaros permanecen posados sobre una sola pata, giran la cabeza formando un ángulo de 90º y la repliegan hasta esconderla dentro de la parte inferior del cuello. Después ahuecan las plumas y el aire que circula por el espacio así formado se calienta y los mantiene protegidos con relación al medio ambiente. Cuando un pájaro está enfermo se posa apoyándose en ambos pies, ahueca el plumaje y deja caer la cabeza hacia adelante. Debe señalarse, no obstante, que ocasionalmente puede ocurrir que uno cualquiera duerma con la cabeza proyectada hacia adelante y con ambos pies posados sobre la percha pero sin que ello suponga que sufre alguna dolencia. El estado de sus ojos nos proporcionará una buena idea de su estado y la experiencia nos enseñará cómo descubrir la diferencia. No obstante debemos de vigilar que durante el día no estén durmiendo o a veces con las plumas ahuecadas. Si esto ocurre acuda a su proveedor habitual o veterinario ya que pueden tener alguna dolencia.

Referencias

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